Para dar color a tus mejillas: aplica el rubor en tus pómulos, desde las mejillas hacia las sienes y viceversa.
Para esculpir tu rostro: sombrea el hueco de las mejillas, aplicando el rubor debajo de tu pómulo y siguiendo su forma desde el centro de tu rostro hacia afuera.
Un consejo: cierra los labios y finge lanzar un beso para identificar la línea natural de tus pómulos.