Aplica el perfume sobre la piel después de haberla limpiado y secado. Pulveriza ligeramente el perfume sobre los puntos de pulso, como el cuello, las muñecas y detrás de las orejas. Evita frotar el perfume, ya que puede alterar su fragancia y reducir su duración. Si deseas una mayor intensidad, puedes aplicar una pequeña cantidad en la ropa.