Su presencia es clara y brillante, como su portadora, que se muestra al mundo espontánea, ultrafemenina y radiante. No es fácil encontrar a una musa, pero cuando hace acto de presencia, todas las miradas se posan en ella. Evoca la admiración de otras mujeres y atrae hasta el último de los hombres. Sin ninguna pretensión más que la de divertirse y disfrutar de la vida, seduce y conquista de forma natural.