La nariz que está detrás de esta exitosa creación es Joan Bruses, que dibujó la silueta olfativa de esta agua de tocador, con notas de salida frescas de pomelo, bergamota y mandarina, en fusión con un bouquet floral de lirio de los valles, lila y jazmín que adornan de forma sutil, el elegante aroma de la rosa de Bulgaria. Las notas de fondo se componen de sándalo, musgo de encina y ámbar que conjugan con la seducción aterciopelada del almizcle.